El sábado, 26 de noviembre de 2016, murió el Comandante cubano Fidel Castro. Tras su muerte se iniciaron manifestaciones y concentraciones celebrando su fallecimiento o lamentándolo, pero no solo en Cuba, sino que estas manifestaciones se han extendido por todo el mundo. Las más comentadas en redes sociales y noticiarios han sido las de Nueva York.
Unos dicen que fue un líder bueno, otros dicen que fue malo, y yo me pregunto: ¿por qué esta diferencia de criterios?
Todo empezó en 1940, tras las elecciones en Cuba a las que se presentó Fidel Castro y salió elegido Batista, apoyado por los Estados Unidos, que empezó a desarrollar una política que favorecía a los norteamericanos. Entonces, Fidel Castro inició la que fue denominada como Revolución cubana, que consistió en implantar un sistema económico comunista con los que consiguió grandes logros en Sanidad y Educación públicas. Ya que este sistema económico perjudicaba los intereses de los Estados Unidos, éstos castigaron a Cuba con un bloqueo económico.
En conclusión, Fidel Castro obtuvo su “mala fama” por adoptar un sistema sanitario y educativo que fue valorado por la OMS, ONU, etc.
Hoy, su economía depende del turismo y la agricultura. Si hubiesen tomado como referencia el sistema económico de EEUU, hubiesen acabado fatal, como Irak y Haití, por ejemplo, que son totalmente pobres y están en guerra desde que EEUU metió mano.
De la experiencia cubana se extraen dos conclusiones: que los regímenes comunistas pueden rescatar un país de la miseria y obtener conquistas sociales, pero son incapaces de generar riqueza en condiciones de aislamiento económico.
Mohamed Abdelkader Kichouh
Grupo 1º Bachillerato A
Trabajo realizado para el
Departamento de Economía
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